Diecinueve días son los que tiene por delante Leo Messi para tratar de ponerse a punto y llegar a tiempo de disputar el Clásico. El 21 de noviembre es el día que el argentino y el barcelonismo tienen marcado en rojo en el calendario. Y, conforme va arrancando las hojas del almanaque, La Pulga va quemando etapas en su recuperación, con la única incógnita de si su rodilla llegará a tiempo de permitirle jugar ante el Real Madrid.
De momento la sensación que se vive en el club es de incertidumbre. Leo se lesionó el pasado 26 de septiembre en un partido ante Las Palmas. Las pruebas que le realizaron confirmaron que padecía una rotura del ligamento colateral de la rodilla izquierda. Estimaban su tiempo de recuperación entre siete y ocho semanas.
El argentino ya lleva poco más de cinco semanas de baja y su evolución se determina diariamente. De momento, su rehabilitación no está tan retrasada como para descartarlo definitivamente. En su entorno aseguran que aún tiene margen para llegara tiempo al Bernabéu.
En el club también mantienen la prudencia. Si en los últimos tiempos el Barcelona suele mantener con celo la privacidad de sus futbolistas y procura que no trascienda nada de los que sucede con sus futbolistas, con Messi y su lesión esta tendencia se magnifica. Además, la nula información sobre el argentino tiene un doble objetivo.
Por un lado, evitar definitivamente que Leo figure en la convocatoria de Argentina para sus compromisos de la próxima semana. Aunque El Tata Martino no le ha incluido en la convocatoria para los partidos ante Brasil (12 de noviembre) y Colombia (17 de noviembre) para la clasificación para el Mundial de Rusia 2018, el Barça quiere asegurarse de que el jugador no viaje, pueda descansar y recuperarse definitivamente.
Por otro lado, el Barça no dar ninguna pista a su rival. Uno de los objetivos de Luis Enrique es que Rafa Benítez desconozca cuantos más detalles mejor, y la participación de Leo Messi no es una minucia. Mantener la incertidumbre hasta el mismo día del partido puede decantar mínimamente la balanza a la hora de preparar el encuentro.
De momento, Leo sigue sin ejercitarse en el campo. Ayer realizó trabajo de gimnasio, como la pasada semana. El atacante vivió un periodo en el que estuvo con la pierna inmovilizada, evitando incluso apoyarla en el suelo. Era habitual verlo acompañado por Luis Suárez, que le llevaba cada día a la Ciudad Deportiva en coche.
De todas formas, tanto el cuerpo técnico como los servicios médicos del Barça no quieren precipitarse y, de acuerdo con el jugador, han determinado que sólo reaparecerá cuando esté completamente recuperado. Aunque hay tiempo para el Clásico.
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